jueves, 17 de julio de 2008

Un drama Marciano

Cuando a finales del siglo 19 las primeras Agencias de Publicidad, empujadas por la competencia emergente y ya feroz en un mercado sin casi barreras de entrada, nuevo, facil y rentable, pasaron de ser simples vendedores y comisionistas de espacios, (su origen), a ofrecer gratis mas y mas servicios adicionales para conservar sus clientes y ganar nuevos negocios, que para aquellos tiempos prehistóricos empezaron siendo basicamente diseño y copy, se inició el principio del fin, en otras palabras, el bebé al que se le auguraba un porvenir brillante, en realidad nació muerto.
A casi un siglo y medio de distancia seguimos regalando el pensamiento estratégico, la creatividad  y toda clase de valores añadidos, y somos, basados en tan peregrino origen, la única industria que no es propietaria de las  ideas que produce y que por lo tanto no cobra regalias sobre su obra, pues en el devenir histórico hemos adoptado casi en automático el formato de negocio de los abogados y los consultores en vez del de los artistas y creadores, espacio este último, donde en realidad nos movemos, creamos y generamos valor. Los primeros como nosotros cobran por horas hombre y los segundos, como debe ser, se ganan el sudor de su frente con derechos de autor y regalias.
Pero como al mal tiempo buena cara, imaginémonos, por aquello de divertirnos un rato y olvidar las  penas, que en esta carrera loca por reclutar talento de primera clase, con liderazgo, conocimiento del negocio y visión innovadora, alguna Agencia de Publicidad , en su busqueda constante y desesperada por ser mas y mas competitiva en un mercado totalmente comoditizado, va y contrata a un marciano que posee de sobra todo lo anterior, en otras palabras, el tio es un genio del marketing y de los negocios a nivel galáctico, auque como buén alienígena desconoce el proceso que ha vivido la industria publicitaria en los últimos cien años en este humilde, minúsculo y perdido rincón del Universo que se llama Tierra.
Este tío, para decirlo en Portorro, !Ay bendito.....! por lo tanto no está contaminado en absoluto por ideas preconcebidas ni viste paradigma alguno al respecto y lo primero que hace, como buen ejecutivo marciano es tratar de hacerse una composición de lugar.
Llega a la oficina y lo que el primer día le salta agradablemente a sus narices en forma de corneta es que la Agencia tiene un portafolio de clientes inmersos en un entorno salvajemente competido, y todos ellos empeñados en sobrevivir y ganar la guerra siendo competitivos en el punto de venta, a nivel de innovación, precios y calidad, y en mejorar a como de lugar sus márgenes de utilidad. Al mismo tiempo, observa fascinado, que estos mismos clientes están empeñados en comercializar sus productos conectando con un consumidor que día a día se les ha vuelto esquivo y cada vez mas difuminado, entendiendo sus necesidades, sus expectativas, su actual estilo de vida, y tratando por todos los medios de conquistar el corazón de alguien que se encuentra sumido en una total saturación de ofertas, de productos nuevos, viejos, iguales o similares, y miles de mensajes tan disímiles y seductores como abundantes y en la mayoría de los casos intrascendentes y abrumadores. 
Aquí nuestro amigo el marciano, que cuando recibió la oferta terrícola en principio no las tenía todas consigo, (un poco como el sueco  Sven Goran-Erickson cuando aceptó dirigir la selección de México), da un profundo suspiro de alivio y diciendo "De aquí soy" se convence feliz que ha llegado al rincón de la Galaxia correcto y al nivel de sus credenciales, que ha llegado a un mundo dinámico, altamente cambiante y retador, y definitivamente apropiadísimo para alguien de su estatura profesional.
Es facil, se dice para sí, estos clientes terrícolas, en pos de lograr sus objetivos y ante una situación tal, necesitan de una Agencia que sea realmente un verdadero socio mercadológico, de una Agencia con talento de primera clase, con el mas alto nivel de involucramiento en su negocio, y no sólo con los mas altos estandares de servicio sino también con una gran variedad en los mismos, y claro está, con gente cada vez mas sofisticada, profesional, mas y mas creativa y mas y mejor pagada.
Pero mientras nuestro iluso amigo de Marte se frota sus rugosas extremidades de ET, uno de los VPs de Servicio al Cliente muy respetuosamente le informa que sí, que en eso se cree firmemente en la Agencia y que en esa dirección se trabaja todos los dias allí, de sol a sol y hasta altas horas de la noche, incansablemente, con una especie de masoquismo intrínseco, y que también esas son por supuesto las necesidades y lo que exigen todos los clientes pero.......
(Y aquí nuestro amigo de ciencia ficción comienza a aprender algo valioso, aprende que en este planeta siempre hay un pero) que los mismos clientes que necesitan y exigen todo lo anterior, dentro de su carrera por recortar costos, buscar eficiencias, y ser competitivos, el primero que parecen considerar excesivo y facil de recortar es la remuneración de la Agencia.
Como en las matemáticas marcianas no existe el "mucho mas por mucho menos" el fulano queda abatidísimo y mas abatido queda cuando pide se le explique como se calcula esa remuneración y, después de horas y horas de arduo estudio y de consultar "on line" diversos esquemas por variedad de mundos en toda la Via Lactea y calles adyacentes, termina pòr darse por vencido cuando no logra ni a martillazos (se dice que le asestaron algunos en la testa a ver si le entraba) comprender como una brillante idea creativa que hace vender millones de unidades de un producto equis y que ayuda a aumentar notablemente las ganancias de una Corporación y por ende su cotización en Bolsa y los dividendos de sus accionistas, se pague a través de un "fee" basado en el valor de las horas hombre de unos individuos, con sueldos de hambre, sumándole algo que los terrícolas llaman "Over Head" y otra cosa que denominan"Mark up" o, en el mejor de los casos, en una comisión risible y obsoleta sobre la inversión de medios que a la postre viene a tener una escasa relación con el nivel de impacto que generó la idea en el P&L del negocio.
El Marciano, que no por Marciano era idiota, como pudira suponerse, (Los humanos tendemos siempre a considerar peyorativamente a los extraños), después de una noche de insomnio total, donde por momentos incluso llegó a poner en duda su propio nivel de IQ, decide, ante lo bizarro de todo el asunto presentar su renuncia irrevocable a la Junta Directiva.
Al día siguiente muy temprano, y después de expresar a través de un traductor de Plutón traido expresamente, las razones que le obligaban a tomar tan drástica decisión, salió dignamente, frente en alto y culo al suelo de la sala de juntas. Y........sigamos imaginando, ya a punto de cruzar la puerta con su típico andar titubeante (Recordemos a ET), pudo escuchar mas no entender, como alguien a sus espaldas murmuraba extrañado......¿Que se fumó ese  güey? 

Nota: Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
 

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